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Estreñimiento u obstrucción intestinal

¿Cuándo hablas de estreñimiento?

El estreñimiento u obstipación implica la interrupción de tus movimientos intestinales normales. Normalmente, vas al baño una o dos veces al día para hacer de vientre. Cada persona tiene su propio ritmo de defecación. Pero si tus intestinos están obstruidos y sólo vas unas pocas veces a la semana, esto puede causar problemas. Entonces hablas de estreñimiento cuando las heces vienen con menos frecuencia de lo habitual y se evacuan con dificultad y dolor.

Causas de obstrucción

La causa del estreñimiento intestinal suele deberse a una mala alimentación con poca fibra y a beber poco líquido. Hacer poco ejercicio o no descansar adecuadamente tampoco es bueno para la digestión. El estreñimiento también puede producirse bajo la influencia del estrés. En algunas personas, el estreñimiento es incluso la causa de dolores de cabeza o fatiga recurrentes. El estreñimiento también puede producirse durante un viaje o una enfermedad. Entonces el cuerpo tiene que adaptarse a la nueva situación, lo que puede llevar varios días. Además, algunos medicamentos tienen el estreñimiento como efecto secundario.

Quejas que puedas experimentar

Si sigues sufriendo deposiciones laboriosas durante dos o tres semanas y además hay mucosidad o sangre con las heces, los síntomas se han acumulado. De pequeños, como más flatulencia, a algo más grandes. Se trata principalmente de dolor en el bajo vientre debido al endurecimiento de las heces y a que el recto se llena. El contenido intestinal permanece demasiado tiempo en el intestino grueso y sale con dificultad o lentamente. Como se extrae más agua de lo normal de las heces, éstas se endurecen y pueden provocar deposiciones dolorosas. Por este motivo, no se recomienda retener las heces. Como las heces permanecen demasiado tiempo en los intestinos, los productos de desecho se reabsorben en la sangre cuando normalmente ya deberían haber salido del organismo. Tampoco es raro no defecar durante un día. Un estreñimiento de corta duración no es motivo de pánico en absoluto. La consecuencia del estreñimiento intestinal es que se te hincha el estómago. Tienes náuseas y tendencia al vómito. Se desarrolla una disminución del apetito que, si se prolonga, provoca emaciación. Se desarrolla más inquietud en tu cuerpo y en tu cabeza, lo que a su vez puede provocar confusión. Los dolores abdominales se hacen más frecuentes y aumenta la inseguridad en tus aventuras sociales. Aparecen problemas graves como hemorroides o desgarros cerca del ano o una perforación intestinal. Incluso puede resultar más difícil orinar. Si estás tomando medicación, puedes hablar con tu médico sobre si ésta podría ser la causa de tus problemas. Quizá haya otro tipo de medicamento que no cause estos efectos secundarios. Si es así, hazte una prueba de detección de cáncer. Un tumor también podría ser la causa de tu estreñimiento.

¿Qué puedes hacer tú mismo contra el estreñimiento?

Empieza a comer más sano y bebe más agua. Las bacterias intestinales buenas producen sustancias como ácidos orgánicos que ayudan a impulsar la pulpa de los alimentos de forma regular y fácil en tus intestinos. Si sufres congestión intestinal, podría deberse a que tu flora intestinal no produce suficientes ácidos. Lo más probable es que ciertos grupos de bacterias intestinales buenas estén infrarrepresentados y haya demasiadas de un tipo de bacterias nocivas. La modificación de la dieta ya puede influir positivamente en la composición de tu flora intestinal. Utilizando remedios naturales, se pueden inhibir las bacterias malas y apoyar las buenas, aumentando así su número. Los alimentos ricos en fibra pueden ayudar a reactivar los movimientos intestinales estreñidos. Las naranjas, las ciruelas y las manzanas sin pelar también estimulan los movimientos intestinales. Quizá quieras tomar más salvado, ya que contiene mucha fibra. Asegúrate de beber mucho durante el proceso, ¡de lo contrario el salvado provocará estreñimiento! Tómate tu tiempo para comer despacio y masticar bien los alimentos. Haz más ejercicio y vigila tu descanso. Todo ello favorece una buena digestión y un mejor tránsito intestinal. Ve al baño inmediatamente cuando sientas ganas y tómate tu tiempo para hacerlo con calma. Intenta encontrar un buen equilibrio entre ejercicio y relajación en tu rutina diaria.

Posibles tratamientos para el estreñimiento

Pero, ¿qué hacer en caso de estreñimiento? ¿Existe un tratamiento para el estreñimiento? En el peor de los casos, hay que operar o colocar un stent si resulta que la causa es un tumor. Resolver el estreñimiento de tus intestinos suele hacerse mediante el uso de medicamentos para el estreñimiento, laxantes. Pero esto no es nada agradable para tu flora intestinal y, si se usa mucho, puede incluso hacer que tus intestinos se vuelvan perezosos, lo que a su vez aumenta el riesgo de estreñimiento. Si es necesario porque nada más funciona, nunca lo hagas durante mucho tiempo seguido y menos sin consultar a tu médico. Un consejo natural es la comida cruda con aceite de oliva extra, que también tiene un efecto laxante. Si la flora intestinal se ha debilitado por una enfermedad, o por el uso de antibióticos que han matado tanto a las bacterias intestinales malas como a las buenas, entonces la flora intestinal necesita tiempo de recuperación. En casos de estreñimiento, puede tener sentido reforzar la flora intestinal utilizando los llamados probióticos. Sin embargo, éstos suelen tener muchos azúcares añadidos y las dosis son bajas y además tienen que pasar por el estómago. En el caso de los probióticos, tienes que tener paciencia antes de notar ningún efecto. Un trasplante de caca es otra posibilidad poco explorada.