Me diagnosticaron colitis ulcerosa cuando tenía 12 años, no sabía qué esperar, tenía tanto dolor abdominal que casi me desmayo. Me dieron medicación que fue máxima durante 1 año, después de eso no podía ir al colegio porque tenía que ir al baño 16 veces. Mi tía y mi madre empezaron a buscar más, encontraron a un médico en Alemania que me hizo un análisis de sangre completo y resultó que tenía deficiencias de todo tipo porque, por supuesto, tenía que ir mucho al baño. Me dieron un plan modificado, creo que hasta 12 pastillas, proteínas y nada de gluten. Se descubrió que tenía muy poca variedad de bacterias. Eso fue bien durante mucho tiempo, aunque el médico me dijo que debía empezar a leer sobre la transfusión de caca. Llamé a todas partes, leí un libro en el que un hombre lo había hecho él mismo con las heces de su hija, me topé con los sitios EL PODER DE LA CACA. Todo parecía tan complicado que los médicos ni siquiera querían hablar de ello. Un amigo mio queria pedir las pastillas a traves de America, pero por casualidad vino a Marco. Realmente tengo mucha paz y alegría porque puedo comer de todo sin sentirme infeliz.