¡¡¡Conozco a Marco de antaño, de los tiempos en que iba por la vida sana y despreocupada!!! ¡Salía por las noches, comía y bebía lo que me apetecía! Al cabo de los años, nuestros caminos volvieron a cruzarse y nos pusimos a hablar. Le conté mis problemas de salud, principalmente fatiga, dolores de estómago desde primera hora de la mañana hasta última hora de la noche e innumerables alergias que surgían de la nada. Tras varios tratamientos alternativos e innumerables visitas al internista, estaba completamente agotada y desesperada… Marco reconoció muchos de mis síntomas y me preguntó si había oído hablar del trasplante de caca. ¡Qué asco! Sí, había oído hablar de ello, pero no podía permitirme ese tratamiento, ¡y mucho menos optar a él a través de mi internista! Me vio venir aunque prefería verme salir…. Estaba harto de mí 🙂 Una cosa llevó a la otra y allí estaba yo con 20 cápsulas llenas de buena mierda. Al principio apenas noté nada… ¡excepto que mis deposiciones olían diferente! Al cabo de 3 meses repetí el tratamiento y en 2 semanas noté inmediatamente la mejoría, mis deposiciones ya no eran una preocupación, no tenía dolor abdominal ni el estómago hinchado y ¡podía ir al gimnasio otra vez! Ahora, un año después, vuelvo a disfrutar de la vida y estoy sana y en forma. Estoy muy agradecida a Marco por hacer accesible este tratamiento. ¡Gracias Marco!